La leyenda de las siete sillas.
Antes de la excavación que tuvo lugar en el Teatro Romano en 1910, el
monumento se encontraba enterrado en su totalidad.
Solamente se veía la
parte de arriba del graderío, la llamada "Summa Cavea".
Las puertas
"vomitorios" de acceso al edificio se encontraban destruidas, con lo que el aspecto de los restos visibles era el de siete grandes bloques de
piedra.
No es difícil imaginarse, pues siete grandes sillas, o diría yo
"tronos". La leyenda dice que en época de dominio árabe, en estas siete
"sillas" se sentaron siete príncipes árabes para deliberar el destino
que depararía a la ciudad de Mérida. En la siguiente fotografía, fechada
en el año 1904 se pueden apreciar los bloques enormes visibles del
graderío superior.
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